dilluns, 8 de novembre del 2010

Y la culpa es de la Fiscalía...

La semana pasada, la Fiscalía de Barcelona solicitó al juez que está instruyendo el caso del Palau de la Música que iniciase una investigación sobre el presunto pago de comisiones por parte de la empresa Ferrovial a Convergéncia Democrática de Catalunya en "agradecimiento" a las adjudicaciones de obra pública que aquélla recibió de la federación nacionalista durante la última etapa en que estuvo gobernando la Generalitat.

El fiscal sostiene en su escrito que la trama habría articulado diversos mecanismos para conseguir que una parte de los fondos que Ferrovial donaba al Palau, en apariencia para fines culturales, se destinaran, en realidad, al pago de comisiones ilícitas a CDC. A saber: pagos en efectivo y cheques al portador; pagos desde el Palau a empresas que en realidad prestaban servicios a CDC; y acuerdos suscritos entre el Palau de la Música y la Fundación Trias Fargas (vinculada a CDC) que se vestían como convenios de colaboración cultural cuando nunca se ha podido acreditar que dicha fundación desarrollara actividad alguna sobre el objeto del convenio de colaboración. Como consecuencia de todo ello, el fiscal ha solicitado al juez que impute, como mínimo, a dos cargos de CDC. Hasta aquí, el escrito del fiscal.

No dudo de la honorabilidad de Artur Mas, pero lo cierto es que los ciudadanos y los electores merecen una explicación pública antes de las elecciones sobre todo lo sucedido. Las acusaciones son demasiado graves. Una explicación para que haya juego limpio. Para saber exactamente qué sabe el Sr. Mas y hasta dónde. Para conocer qué es lo que piensa hacer. Para garantizar que es capaz de exigir y depurar responsabilidades. Para saber como actuaría ante un caso semejante si llegase a ser president de la Generalitat. Sin embargo, hasta ahora sólo le hemos oído una cosa: ¡que la Fiscalía está actuando con premeditación contra su partido, que ha entrado en campaña y que no quiere que se produzca el cambio político en Catalunya! Asusta, ¿verdad?

Actitudes como ésta son del todo inadmisibles en democracia. Indignas de un responsable político que respete y quiera hacer respetar nuestras instituciones y nuestro Estado de Derecho. Impropias de un dirigente político que aspire a presidir la Generalitat de Catalunya. En primer lugar, porque debería saber que la Fiscalía, como es su obligación, no actúa por indicación de nadie. De acuerdo a la ley actúa siempre de forma objetiva e imparcial en defensa de la legalidad y el interés público para el esclarecimiento de aquellos hechos que presentan sólidos indicios de delito. ¡Como en este caso, vaya! En segundo lugar, porque con esa actitud, el Sr. Mas está incitando al descrédito y a la deslegitimación de nuestras instituciones públicas. Y, en tercer lugar, porque da a entender que en caso de gobernar, él sí las podría utilizar políticamente. Y eso da miedo...

De todos modos, esta actitud no es nada nueva, por desgracia. Es exactamente la misma técnica y con idénticas expresiones que las que utiliza la derecha en todas partes. Lo mismo que hace el PP en Madrid yen Valencia ante presuntos casos de corrupción, instrucciones e imputaciones de sus dirigentes políticos. Cuando están en la oposición, los partidos de la derecha son los guardianes de las esencias de la ética del buen gobernante, el azote de la corrupción, la expresión más pulcra de la honestidad, el rigor, la solvencia y la gestión de lo público. Pero cuando gobiernan, o quieren hacerlo, empiezan un viraje peligroso, preocupante e irresponsable. Ignoran los hechos, adoptan el papel de víctimas, alientan el bulo de la conspiración y acusan directamente a jueces, fiscales y policías de actuar al dictado de consignas políticas.

Lo que esperamos del señor Mas es que escoja entre dos alternativas: o que admita de una vez por todas los hechos que el fiscal está imputando a dirigentes de su partido, pida excusas y garantice que nunca más se van a volver a producir hechos de esta naturaleza, que, por cierto, sucedieron durante la etapa en que gobernaban Catalunya (no nos olvidemos de eso, porque ahora nos están pidiendo un cambio), de modo que los ciudadanos puedan formarse un criterio, decidir y, en consecuencia, votar libremente; o que, por contra, niegue rotundamente los hechos que se le imputan y se comprometa a que si finalmente la justicia le desmiente, renunciará a su escaño de diputado. Actual y futuro. Así de sencillo. A ver cuánto tarda...


Article publicat a la revista El Siglo el 8/11/2010

dissabte, 23 d’octubre del 2010

Cop de timó

"Tomaré las decisiones que España necesita aunque sean difíciles. Voy a seguir ese camino cueste lo que cueste y me cueste lo que me cueste". Zapatero. Debat de l’estat de la nació (15/07/2010). Hi ha persones que davant l’adversitat es fan forts i són capaços d’exercir el lideratge que d’ells se n’espera. La necessitat de reduir el dèficit públic i de generar confiança en els mercats per recuperar el creixement econòmic, obligava a prendre decisions no gaire senzilles i gens populars. Zapatero ha fet el que calia fer pensant en el país i no en el seu partit. D’altres han jugat a aprofitar electoralment el context: Duran Lleida va arribar titllar Zapatero de cadàver polític, va exigir eleccions anticipades i va demanar al PNB que no recolzés els Pressupostos per fer caure el Govern quan abans millor. Rajoy porta sis anys fent apologia del catastrofisme i no li coneixem ni una sola proposta en matèria econòmica. Del PP ens ho esperàvem. De CiU, no tant. En moments de crisi els ciutadans esperen que els partits polítics tanquin files i deixin per més endavant les disputes i els interessos partidistes. Han demostrat tenir més sentit d’estat el PNB i Coalició canària que els dos principals partits de l’oposició.

La remodelació del Govern ha estat un gran encert. Políticament musculat i socialment respectat, afrontarà el darrer tram de la legislatura amb els PGE aprovats, la reforma laboral enllestida i amb estabilitat parlamentària. Un govern solvent i rigorós que anirà per feina. Quan un fa el què ha de fer, no només pot estar tranquil, sinó que el més probable és que el temps i els ciutadans li acabin donant la raó.

Article pubilcat avui al Diari de Tarragona

Debat sobre Pressupostos a Tarragona Ràdio




Divendres 22 d'octubre

http://www.tarragonaradio.cat/cercarPerDia.asp?id=15278#

dilluns, 18 d’octubre del 2010

Puro humo

En vísperas de la huelga general, Artur Mas se despachó diciendo que entendía los motivos de la convocatoria y de la movilización sindical. Pero, deliberadamente, obvió el hecho de que, con sus votos en el Congreso, contribuyó a aprobar la reforma laboral, que fue el detonante de la huelga. ¡A eso se le llama responsabilidad! Mas afirmó también que en caso de ser el próximo president de la Generalitat, iba a reducir el paro a la mitad en sólo cuatro años. ¡Impresionante! Pero no nos dijo ni cómo, ni con qué instrumentos. Posteriormente, Duran, consciente de la metedura de pata de su jefe de filas, le rectificó, matizando que lo que harían en caso de gobernar sería, principalmente, generar confianza entre el empresariado¡ Así, sin más, en genérico. ¡A eso se le llama rigor y concreción en la implantación de políticas para transformar nuestro modelo productivo, reactivar la economía y dinamizar el mercado de trabajo! Mas dijo que iba a reducir en un 25 por ciento el número de funcionarios de la Administración de la Generalitat de Catalunya, lo que en términos laborales equivale a despedir nada más y nada menos que a entre 40.000 y 50.000 personas. Luego se interpretó a sí mismo, afirmando que era una medida a largo plazo y que sólo iba a conseguirse dejando sin cubrir las vacantes por jubilación. Todo muy sensato. Muy riguroso. Muy reflexionado. Muy... solvente.

Recientemente, el líder de CiU también viene sosteniendo que van a pedir el concierto económico para Catalunya, ignorando que hace apenas un año se logró el mayor acuerdo de financiación que jamás haya tenido en su historia. Para ello incluso han editado un libro, a modo de manual, que pretende instruirnos sobre cómo conseguirlo, sosteniendo, jurídicamente, que para ello no se requiere ninguna reforma constitucional, sino sólo una reforma de la Lofca. Y yo me pregunto: si tan sencillo es, ¿por qué no lo hicieron antes, durante los 23 años que estuvieron gobernando? Y mejor aún, ¿con quién van a forjar la mayoría parlamentaria necesaria para conseguirlo?

Y ahora, Artur Mas nos dice, en un ejercicio de apología del catastrofismo, que si ganan las elecciones, en la caja de la Generalitat sólo van a encontrar telarañas. Esa afirmación no tiene otro objetivo que ofrecerse ante el electorado como unos eficientes gestores económicos¡ Como unos auténticos magos de las finanzas. Pero lo mejor del caso es que esos magos son exactamente los mismos dirigentes, con nombres y apellidos, que integraron el último Gobierno de Jordi Pujol. Con Artur Mas como conseller en Cap, nos dejaron una herencia de 17.364 millones de euros de deuda que el Gobierno actual necesitó seis años para poder amortizar; un gasto desplazado de 2.903 millones de euros, la mayoría del cual era sanitario, y comprometieron contratos para la ejecución de infraestructuras por valor de 7.600 millones de euros, algunos de ellos hasta el año 2041. ¡Y todo eso en una etapa de expansión y crecimiento económico! Brillante hoja de servicios al país...

En definitiva, todo ello nos demuestra que estamos ante un ejercicio de insensatez e irresponsabilidad política que únicamente contribuye, desde la frivolidad, a dañar la credibilidad de la Generalitat en los mercados y olvidando que se está viviendo la crisis más grave en nuestro país de los últimos 80 años¡ Y con sus críticas a la emisión de bonos efectuada por la Generalitat, ignoran la advertencia que en el año 2004 efectuó el propio Jordi Pujol a todos aquellos que cuestionaban las medidas de endeudamiento, porque con ello, dijo, "sólo se conseguiría perjudicar al país y al Gobierno".

Es evidente que estamos ante un ejercicio de constante improvisación y de propuestas y contrapropuestas en materia económica¡ Proclamas vacías de contenido y propuestas de cartón piedra que no resistirían un debate político serio y coherente¡ Unas iniciativas que demuestran y confirman que CiU no está capacitada para liderar Catalunya desde la seriedad y el rigor que demandan momentos tan delicados y complejos como los que los ciudadanos y nuestra economía están padeciendo. Catalunya se está jugando la consolidación de su presente y su futuro de progreso, y éste no se construye a base de propuestas económicas superficiales que no son más que un ejercicio de marketing político. Catalunya merece mucho más que humo.


Article publicat a la revista El Siglo el 18/10/2010

dimecres, 29 de setembre del 2010

Vaga respectable i reforma necessària

A finals del mes d’agost el nombre de desocupats al nostre país era de 3.969.661 persones, el 20,03 de la població activa. Curiosament, són dades que es produeixen just en el moment en què la majoria d’índexs macroeconòmics confirmen que Espanya està sortint de la recessió. Aquest comportament s’explica per la frenada de l’economia que va suposar que l’any 2009 es tanqués amb un creixement negatiu del 3’7% del PIB.

En termes comparatius podem veure com la nostra taxa d’atur és exactament el doble de la mitjana dels països europeus, que segons Eurostat de situa en el 10%; i encara més lluny dels països amb menys nombre de desocupats com Àustria (amb un 3,8), Holanda (4,4); o Alemanya (amb un 6,9%). El creixement negatiu dels països de l’eurozona l’any 2009 va ser del 4,2%, mig punt més que a Espanya. Amb taxes negatives de creixement similars, Espanya té el doble d’atur.

Ara bé, en els moments de màxima expansió econòmica, quan l’any 2006 vàrem arribar a créixer al 4% del PIB -el doble que Itàlia (2%), França (2,2), Regne Unit (2,8) o Alemanya (3,4)- la taxa d’atur a Espanya es va reduir al 7,95%, el nivell més baix des de 1979, amb més de 20 milions d’ocupats i amb una taxa de temporalitat que va caure fins al 33,8%. La dada és bona. De fet és la millor que mai hem tingut, però quan Europa tenia índexs de plena ocupació, Espanya se situava en el doble. Com pot ser que un país que creix al 4% tingui una taxa d’atur de gairebé el 8% de la població activa?

És evident que l’atur al nostre país té un component estructural que cal afrontar. Tothom entén que el Govern havia d’actuar, per reactivar l’economia i dinamitzar el mercat de treball. Hem aprovat la reforma laboral per reduir la precarietat i fomentar la contractació indefinida. Hem començat la tramitació de la Llei d’economia sostenible per transformar el nostre model productiu, millorant la productivitat, la competitivitat, la formació i la internacionalització de les nostres empreses i treballadors, donant suport a les pimes innovadores, i impulsant polítiques de R+D+i i de Formació Professional. I tot això s’haurà de fer amb un context molt difícil, amb menys recursos i mantenint les polítiques socials. Per això crec que s’ha de dir clarament que amb la situació actual aquesta és l’única política econòmica social possible.

El temps dirà si l’hem encertat o no, però el Govern no es podia quedar de braços creuats. Avui els sindicats han convocat una vaga general. L’entenem i la respectem. A partir de demà hem de continuar treballant plegats.



Versió íntegra de l'article publicat avui al Diari de Tarragona

dimarts, 28 de setembre del 2010

Las dos almas de CiU

Resulta cansino escuchar cómo de modo recurrente hay quien se refiere a la teórica alma catalanista del PSC. ¡Como si en el PSC hubiera dos, o tres, o más almas! Esa división sólo la fomentan aquellos que tienen como único objetivo provocar tensiones internas. En el PSC no hay un alma catalanista. En el PSC hay sensibilidades, acentos, matices, debate, pluralidad, libertad. Es un partido progresista y abierto, fiel reflejo de la Catalunya real. Pero no hay almas, sectores o fracciones. Es el PSC quien es catalanista. En todo su conjunto.

Lo cierto es que aquellos que fomentan este tipo de debates en casa ajena lo hacen para hacernos olvidar sus propias contradicciones. Como su nombre indica, CiU es una federación de partidos, una alianza electoral. No son dos almas distintas. Son dos partidos distintos que concurren desde hace muchos años conjuntamente a todos los procesos electorales. Y lo suyo no es simplemente una cuestión de sensibilidades, de acentos o de matices. Tienen opiniones abiertamente opuestas en cuestiones vinculadas al debate identitario.

Desde hace aproximadamente un año, Convergéncia Democrática de Catalunya, liderada por Artur Mas y teledirigida por Felip Puig, está flirteando con el soberanismo político. Al calor del debate estatutario y en vísperas de la sentencia del Tribunal Constitucional tomaron la decisión estratégica de aprovecharse del auge puntual que el independentismo estaba empezando a experimentar y se abrazaron a una expresión un tanto ambigua como era la del derecho a decidir. El derecho de Catalunya a decidir no deja de ser un eufemismo acuñado expresamente para in-tentar situarse ideológicamente en las cercanías del independentismo, pero sin que ello llegue a asustar a una buena parte de su electorado tradicional, de carácter moderado y nada amante de las estridencias. Un intento de desplazar el centro del espacio político de Catalunya hacia posiciones más radicales pero de tal modo que permitiera, a la vez, preservar su carácter de partido nacionalista moderado que de forma responsable contribuye a la estabilidad de los gobiernos de España. Dicho de otro modo: abandonaron el discurso nacionalista moderado de Jordi Pujol para empezar a virar hacia postulados soberanistas, practicando lo que podríamos llamar un independentismo de boquilla que pudiese ser asumido en España.

El clímax de todo este proceso llegó la víspera de la Diada Nacional de Catalunya, el pasado 11 de septiembre, cuando el propio Felip Puig, rodeado de antorchas y banderas independentistas en pleno Fossar de les Moreres confirmó el viraje soberanista de su formación al grito de: "¡Independencia o decadencia!"

Cuando le oyeron desde el otro lado de la federación, a Unió Democrática de Catalunya, partido liderado y teledirigido por Duran i Lleida, se le debieron de poner los pelos de punta. Ni UDC ni su gente son ni han sido jamás independentistas. Acaso confederalistas, como llegué a oír en una ocasión en un intento desesperado de disimular tanta discrepancia pública. Pero nadie de UDC se va a atrever nunca a contradecir a Felip Puig, porque más allá de proclamas apasionadas y visiones contradictorias, hay un alma que les une eternamente y diluye todas las demás: el alma del poder.

Los socialistas catalanes no tenemos dudas. Ni dobles almas ni dobles discursos. Apostamos por el federalismo. Porque federalismo significa convivencia, respeto mutuo. Federalismo significa que lo importante no es pensar qué voy a sacar a los
demás, sino qué puedo compartir con ellos. Federalismo significa solidaridad y proyecto común: no busca imponer, sino contribuir. El federalismo no apuesta por caminos únicos, sino compartidos. Federalismo significa fraternidad, entendimiento,
acuerdo y diálogo; unión y libertad. Reconocimiento de las identidades y voluntad de compartir un proyecto común. Y Catalunya debe liderar esta apuesta federal. Porque no estamos dispuestos a que las disputas de banderas pasen por delante de la lucha por los derechos de las personas. De ahí que el PSC sea el único partido en disposición de buscar aliados, no sólo en Catalunya sino también en el resto de España, que sumen para construir este proyecto común. CiU hace ya mucho tiempo
que ha renunciado a hacerlo. Sólo fomenta la crispación, el distanciamiento y la inestabilidad. Y claro, ¡el PNV también se ha dado cuenta!

Article publicat a la revista El Siglo el 27/09/2010

dijous, 1 de juliol del 2010

Contundència i responsabilitat

Quatre anys després de l’aprovació de l’Estatut, el Tribunal Constitucional l’ha sentenciat. Quan tinguem el text definitiu podrem analitzar amb més serenitat i rigor la magnitud de la tragèdia, però que hi hagi sentència ja és una mala notícia. La sentència fa mal perquè anul•la alguns aspectes importants de l’Estatut, però, sobretot, perquè com que aquest és un document polític, la decisió ataca directament el símbol més important del nostre autogovern. Han fet mal al cos i a l’ànima del nostre Estatut. I aquí cal contundència.

Del TC esperàvem un major sentit d’Estat, més prudència i més consciència. Que no afegís problemes a una situació complexa econòmicament i que no entrés en campanya a Catalunya contaminant el procés electoral. La sentència afegeix problemes a un context ja de per sí difícil.

Davant la situació hi ha diverses reaccions possibles. La dels que se sentiran frívolament satisfets: la sentencia no dóna ni de lluny la raó al PP, però aquest ha aconseguit, després de la seva campanya contra Catalunya i contra l’Estatut, que se n’escapcin alguns articles. La d’aquells que intentaran superar el text cap a posicions sobiranistes. I finalment, hi ha la reacció dels que volem defensar l’Estatut en la seva integritat. Dels que creiem que el problema és la dreta, que impedeix l’evolució de l’Estat de les autonomies, i volem continuar treballant per defensar la nostra identitat, el nostre autogovern i el benestar dels ciutadans. I per això cal lideratge i coratge i, sobretot, evitar que el país es polaritzi irremeiablement.

Article publicat al Diari de Tarragona el 30/06/2010

diumenge, 13 de juny del 2010

Quan es fa el que toca fer

(versió íntegra de l'article publicat avui al Diari de Tarragona)

Dilluns, en el seu discurs de presa de possessió com a Rector de la URV el Dr. Francesc X. Grau feia un diagnòstic sobre els temps d’incertesa i dificultat que estem vivint, però alhora també apuntava una confiança sòlida en el futur que tenim davant nostre, i en especial al paper de la Universitat per liderar els reptes que ens esperen. Per fer-ho, va recórrer a unes reflexions del científic Albert Einstein molt adients per aplicar a la situació econòmica actual. Segons Einstein “(...) la crisi és la millor benedicció que pot succeir-li a les persones i als països perquè porta progressos. La creativitat neix de l'angoixa, com el dia neix de la nit fosca. És en la crisi que neix la inventiva, els descobriments i les grans estratègies. Qui supera la crisi es supera a sí mateix sense quedar "superat". Qui atribueix a la crisi els seus fracassos i penúries violenta el seu propi talent i respecta més els problemes que les solucions. La veritable crisi és la crisi de la incompetència.(...). Parlar de crisi és promoure-la, i callar en la crisi és exaltar el conformisme. En comptes d'això treballem dur. Acabem d'una vegada amb l'única crisi amenaçadora que és la tragèdia de no voler lluitar per superar-la”. No deixin mai de llegir els clàssics!

Aquesta setmana també han estat reelegits Albert Abelló i Isaac Sanromà com a Presidents de les Cambres de Comerç de Tarragona i Reus, respectivament. Els ciutadans no estem per massa canvis, ja ho veuen. Ni aventures, ni experiments. En moments de sotracs, preferim la seguretat que dóna l’experiència. En les seves primeres paraules el President de la Cambra de Tarragona afirmava, amb un alt sentit de la responsabilitat, que les dificultats de la cojuntura econòmica obligaran a la Cambra “a ser més útil que mai, prioritzant la creació d’empreses, fent de mitjancera per aconseguir liquiditat i finançament per les empreses per tal de dinamitzar i impulsar la nostra economia”. A fer la seva feina, vaja. Ho celebro. Per la seva banda, el President de la Cambra de Reus completava, amb una magnífic exercici de coherència i sincronització, que la incertesa econòmica s’haurà de combatre “amb fortes dosis d’imaginació i esforç per suplir la limitació de recursos a la que ens haurem d’afrontar”.

Defensa de la innovació, el valor afegit, la formació, la captació i la retenció de talent, des de l’àmbit acadèmic. Aposta per l’emprenedoria, la competitivitat, la productivitat i la internacionalització des de l’àmbit empresarial. De com fer més amb menys, però també, de com ser més forts, de com ser millors, de com fer els deures avui per estar preparats per demà .

El govern de l’Estat va aprovar fa dues setmanes del Decret llei de reducció del dèficit públic. Només va comptar amb els vots favorables del grup socialista però va prosperar. Molts deien que era una improvisació. Ara ens han seguit Alemanya, Itàlia, França i el Regne Unit, països amb governs conservadors. Tothom ha acabat fent el que tocava fer. Menys uns: l’oposició, tant a Espanya com a Catalunya. Amb la reforma del mercat de treball que s’aprovarà en breu tindran una segona oportunitat. I hauran d’estar a l’alçada.

És possible que algunes de les decisions que s’han adoptat puguin comportar un cert cost electoral, però governar vol dir liderar, prendre decisions, arriscar, vol dir fer el que cal fer pensant en el bé del país més que en beneficis partidistes o hipotètics rèdits electorals. I això és el que estem fent. Un cop tinguem tot el marc normatiu aprovat, ja no hi haurà temps ni per la crítica ni per les lamentacions. Caldrà anar junts i treballar fort. Partits polítics i societat civil, econòmica i social. Per generar confiança. Interna i externa. Per no caure en els errors del passat. Per sortir com abans millor de la situació en la que ens trobem i que ja comença a repuntar. I això, o ho fem entre tots o no ens en sortirem. I en aquest territori tenim els elements, els instruments i la capacitat per aconseguir-ho abans que ningú. El president del Govern ens ha donat un bon exemple. El rector de la URV i els nous presidents camerals també. Ara cal que l’oposició assumeixi també la responsabilitat que li toca i que els ciutadans li reclamen. De que facin el que els toca fer. Sinó, el temps acabarà posant a tothom al seu lloc.

dijous, 3 de juny del 2010

Efectivamente a CiU no le gusta el Senado

En el último artículo publicado en esta sección hace tres semanas ya intuíamos que a CiU no le iba a gustar que la respuesta institucional liderada por el president Montilla en defensa del Estatut de Catalunya y de la necesidad de renovación del Tribunal Constitucional se articulara a través del Senado. A pesar de ser la cámara de representación territorial y de la que, a priori, un partido autodenominado nacionalista debería tener mucho más en estima, CiU ha optado en todo momento por menospreciar lo que allí pudiera suceder. No tanto por la efectividad de las medidas y acuerdos que se consiguieran, sino por una razón mucho más mundana: en el Senado, ni CiU ni Artur Mas tienen el protagonismo que desearían.

CiU cree poseer en exclusiva la defensa de los intereses de Catalunya, de su autogobierno, de su identidad. Y en esa patrimonialización ilegítima e intolerable de Catalunya no puede soportar que se produzca ninguna intromisión, porque ello supondría romper con el binomio Catalunya = CiU. Y menos aún que sea el PSC con Montilla al frente quien lidere la respuesta institucional en defensa del Estatut. CiU firmó el acuerdo del Parlament de Catalunya no en un afán de reforzar la unidad del catalanismo político. No se confundan: eso significaría ampliar el abanico de partidos con copyright catalanista y por tanto romper su monopolio particular. CiU firmó el acuerdo del Parlament, básicamente, porque creyó que iba a fracasar. Y, efectivamente, esa interpretación se confirmó hace justo una semana cuando el president Montilla consiguió, en el Senado, ejecutar con precisión y eficacia el mandato que le dio el Parlament de Catalunya. Montilla convenció y ganó. Mas decidió no acudir. No envió ni a su portavoz parlamentario. Decidió no acompañar al president de la Generalitat en un día de alto significado político y de enorme relevancia institucional. No sabemos dónde estaba, pero el error de cálculo fue mayúsculo. De mucho calado, puesto que de un plumazo y en menos de un día, Montilla consiguió, por un lado, el compromiso del Senado para reactivar el procedimiento para la renovación de los miembros del TC y, por otro, registrar la proposición de ley de reforma de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional. ¡Y Artur Mas no estaba allí!

Mas está nervioso. Por su falta de protagonismo y porque Montilla se está saliendo con la suya. Está cumpliendo escrupulosamente, punto por punto, con el mandato parlamentario, y CiU ni puede ni sabe cómo pararlo. Ni tan sólo cómo asomar la cabeza. La política de las gesticulaciones estériles, la desorientación y la falta de sentido institucional de CiU, contrasta con el rigor, el trabajo, la determinación y la eficacia del president Montilla. Aunque es verdad que ha sido el propio Mas quien ha renunciado a una parte de ese protagonismo no queriendo ir al Senado a apoyarle. Y lo que es peor, no sólo no celebra los resultados conseguidos con motivo de la comparecencia de Montilla en el Senado, sino que se atreve incluso a descalificarlos. Mas sabe que no estuvo a la altura que se le espera a un aspirante a la Presidencia de la Generalitat. Y claro, como no pueden asumir semejante éxito, no se les ocurre otra cosa que amenazar con registrar en el Congreso de los Diputados una proposición de ley, que presumiblemente va a tener la misma redacción que la que ya ha empezado su tramitación en el Senado. ¡Brillante! Con esta estrategia demuestran una vez más, pero ahora con mayor visibilidad, que su objetivo no consiste ni en la renovación de los magistrados del TC que tienen el mandato caducado, ni en la reforma de su Ley orgánica, ni en la defensa del Estatut ni de Catalunya. Lo único que persiguen es poner al PSC en un aprieto. Y claro, no lo van a conseguir. Porque se olvidan algo importante: la astucia del president Montilla.

CiU sigue apelando a la unidad del catalanismo político. Pero cuando hay que demostrarlo, se desmarcan. Incomprensiblemente, se quedan al margen. Se quedan solos. Como se quedaron hace unos días intentando bloquear, de nuevo, la aplicación del sistema de financiación para Catalunya. Ni el PP se atrevió a seguirles. Flaco favor hacen al catalanismo al que dicen defender. Cantos de sirena agónicos, cada vez más débiles, cada vez más tenues...

Article publicat a la revista El Siglo el 31/05/2010

dilluns, 10 de maig del 2010

A CiU no le gusta el Senado

En un intento de situar al Parlamento en el centro de la vida política, Zapatero quiso, ya al inicio de su primera legislatura, dignificar el papel del Senado. Así, la Cámara Alta adquirió cierto protagonismo cuando se erigió en uno de los cuatro aspectos de una posible reforma constitucional, para convertirla en una verdadera cámara de representación territorial, puesto que en la actualidad sus funciones son más bien de cámara de reflexión o segunda lectura legislativa, y no tanto de representación de intereses autonómicos o territoriales. En la misma línea, Zapatero introdujo el turno de preguntas al presidente en las sesiones semanales de control en el Senado, equiparándolo así al Congreso. Aznar ni se atrevió a asomarse por ahí. Además, hace unos días se tomó en consideración la reforma de su Reglamento para que todas las lenguas oficiales del Estado puedan usarse con normalidad en el pleno de la Cámara. No está nada mal.

Ahora bien, el verdadero protagonismo lo va a adquirir el Senado en unas semanas, cuando se convierta en centro de atención política y mediática con motivo de la discusión y debate de todas las iniciativas políticas y legislativas que el Parlament de Catalunya y el Gobierno de la Generalitat han decidido enviarle, como consecuencia del quinto intento fallido del Tribunal Constitucional de dictar sentencia sobre el Estatut.

El president Montilla decidió liderar la respuesta política e institucional a una situación insostenible para Catalunya y su autogobierno. Montilla ha tomado el mando, y ha decidido impulsar tres iniciativas dirigidas al Senado: en primer lugar, le solicita que reactive el procedimiento para la renovación de los magistrados del TC que llevan más de dos años con el mandato caducado y que el PP bloqueó de forma torticera; en segundo lugar, anuncia la presentación de una Proposición de ley para modificar la Ley orgánica del TC con el objeto de introducir dos nuevos aspectos: de un lado, que no se puedan recurrir estatutos de autonomía que hayan sido ratificados mediante referéndum y, de otro, que aquellos magistrados que transcurridos seis meses desde que hayan extinguido su mandato de nueves años y no hayan podido ser substituidos, pierdan su condición de miembros del alto tribunal. En tercer lugar, Montilla le solicita comparecer ante la Comisión General de Comunidades Autónomas para exponer los motivos que le llevan a la articulación de todas estas iniciativas en defensa del Estatut y del autogobierno de Catalunya. Será una comparecencia de alto contenido y valor institucional, que además va a poder realizarse en catalán.

Montilla ha conseguido lo que nunca antes nadie había logrado: la unidad del catalanismo político representado en el Parlament de Catalunya entorno al Estatut. Ha establecido un procedimiento y un calendario. Lo ha articulado políticamente y ha asumido el liderazgo en la defensa de esa reacción institucional. Sin embargo, a pesar de todas las acciones que están en marcha, parece como si a CiU sólo le interesase una cuestión de entre todas las planteadas: que la votación relativa a la toma en consideración de la Proposición de ley de reforma de la ley del TC se produzca también en el Congreso de los Diputados.

A CiU no le gusta el Senado. Entre otras cosas porque allí no va a tener ni el protagonismo ni la iniciativa legislativa que tiene en el Congreso, puesto que se lo va a levantar tanto el president de la Generalitat en su comparecencia, como la Entesa Catalana de Progrés cuando registre y defienda la iniciativa de reforma del TC. Pero sobre todo, no le gusta porque es en el Congreso y no en el Senado donde podría forzar, a priori, una votación del PSC distinta a la del PSOE. Es entristecedor y políticamente muy pobre que un partido autodenominado nacionalista no tenga otro objetivo político que provocar una votación del PSC distinta a la del PSOE. Pero CiU debería saber que si la Proposición de Ley llega al Congreso será porque el PSOE la ha votado a favor en el Senado. Y en eso está trabajando el PSC: en conseguir el cumplimiento de la resolución del Parlament, salvaguardar el Estatut y renovar a los magistrados del TC. Y es ahí donde debe estar CiU. Al lado del president Montilla, y olvidándose de tácticas filibusteras de regate corto. En CiU se llenan la boca cuando hablan de preservar la unidad del catalanismo político en defensa del Estatut. De ser coherentes y votar lo mismo en Catalunya que en Madrid. Y yo me pregunto: ¿dónde estaban los 10 diputados de CiU cuando el Congreso votó el acuerdo de financiación? En contra de Catalunya y al lado del PP. ¡Ah, y para perder la votación, claro!

dilluns, 19 d’abril del 2010

Cascos y el silencio de Rajoy

Hace poco más de un año, Mariano Rajoy compareció en la sede de la calle Génova rodeado de la plana mayor del Partido Popular para denunciar lo que consideró una trama de policías, jueces y fiscales contra su partido. Básicamente posaron para una foto. Pero esa foto, llena de dirigentes nacionales y regionales, y en la que prácticamente no cabía nadie más, fue el anuncio de lo que iba a ser su estrategia contra la investigación judicial puesta en marcha para desenmascarar la mayor trama de corrupción política que ha habido en nuestro país. Fue, ni más ni menos, un intento de deslegitimar las instituciones democráticas encargadas de llevarla a cabo. Esa presunta conspiración denunciada por el PP es hoy el caso Gürtel.

Dos observaciones al respecto. La primera es que nadie en el PP parece acordarse de aquella foto. Ni de lo que supuso. Lo que demuestra que aquello no fue más que una huida hacia adelante y un intento desesperado de intentar pasar, ante la opinión pública, de responsables de un delito de corrupción a víctimas de una conspiración. Tampoco nadie parece acordarse de las denuncias formuladas por la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, de que su partido y ella eran objeto de escuchas ilegales por parte del Ministerio del Interior. Por cierto, ¿en qué quedó todo aquello? ¿Llegó nunca a probarlo? Y digo que no se acuerdan, porque si tuvieran una pizca de memoria, un mínimo recuerdo de lo que allí dijeron e hicieron, la vergüenza o la coherencia les impediría hacer los comentarios que estos días estamos escuchando acerca de la celebración del acto de la Universidad Complutense en apoyo al juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón.

Fíjense en la paradoja: a pesar de llenarse siempre la boca con grandilocuencias en defensa del Estado de derecho y del respeto a la justicia, el PP llegó a calificar la instrucción del caso Gürtel como una persecución policial y judicial hacia su partido. Sin embargo, un acto en sede universitaria de apoyo al juez Garzón, es tildado de antidemocrático por el propio Rajoy. ¿En qué quedamos? Parecen casos distintos, pero tienen mucho en común. ¡Vaya si tienen en común! Tanto, que Garzón fue el instructor del caso Gürtel. En fin, que casi podía haber sido él mismo el autor de la foto de Rajoy y los suyos en la calle Génova. Es evidente que no les gustó cómo quedaron retratados. Lo único en lo que no coinciden ambos actos es en la reacción del PP.

Y la segunda observación. Por si en algún momento a alguien del PP se le pasase ni tan siquiera por la cabeza bajar la tensión o ceder en este asunto, en fin, si alguien intentase salirse de la foto, aparece en escena ni más ni menos que el mismísimo Álvarez-Cascos, afirmando con tanto desparpajo como impunidad, que en relación al caso Gürtel existe una "camarilla" de policías dedicada a fabricar pruebas. ¡Viva el Estado de derecho! Y no sólo eso. Por si no le hubiéramos oído bien, Esperanza Aguirre, que también estaba en la foto, le da la razón. Y eso no es gratis. Ya verán...

Cuando se atenta contra los cimientos de nuestra democracia,cuando se fuerzan los principios democráticos establecidos en nuestra Constitución, éstos se tambalean y los ciudadanos se remueven, se retuercen y se movilizan. Porque lo que está en juego es mucho. E intuyo que esto puede ser tan o más movido que lo sucedido en España durante la guerra de Iraq a la que nos llevó Aznar y su teoría de la conspiración a raíz de los atentados del 11-M. Porque a los demócratas de nuestro país, y de fuera, les duele que los falangistas puedan sentar a Garzón en el banquillo por intentar recuperar la memoria de las víctimas de la dictadura. Mientras, Rajoy ni desmiente, ni corrige, ni desautoriza. Con su silencio ampara, consiente, y por lo tanto admite y comparte, todas y cada una de esas afirmaciones. Flaco favor hace a nuestra democracia. Y a él mismo y a su propio partido. A los que esperaban de él una oposición leal y constructiva, moderna y europeísta. Y si en algún momento ha osado intentarlo, aunque sea tímidamente, aparece Aznar levantando hacia el cielo su dedo corazón, recordándole que todo eso no es ni espontáneo, ni por casualidad. El PP sigue siendo mayoritariamente un partido rancio, lleno de trasnochados, nostálgicos y personajes esperpénticos. La aparición de Aznar y Álvarez-Cascos ya no es que sea un insulto a la inteligencia. Es el ejemplo del culto a la mediocridad. En fin, parece que tendremos que esperar...

Article publicat a la revista El Siglo 10/04/2010

divendres, 16 d’abril del 2010

Declaració institucional del president de la Generalitat

Avui hem sabut que, un cop més, el Tribunal Constitucional ha estat incapaç d’arribar a un acord i emetre una sentència sobre l’Estatut d’Autonomia de Catalunya.
No és el primer cop que això passa. Els magistrats porten així més de 3 anys i mig.
Hem mantingut la calma. Hem mantingut la calma i la serenitat durant tot aquest temps. I la mantindrem.
Hem treballat amb tranquil·litat. Amb tranquil·litat i fermesa. I seguirem treballant.
I hem manifestat en tot moment el respecte a l’Alt Tribunal i, també, el nostre dret a discrepar i a mantenir la nostra convicció i la nostra afirmació de la plena constitucionalitat de l’Estatut.
I no hem deixat de desplegar l’Estatut d’Autonomia de Catalunya, convençuts que és el millor per Catalunya, i perquè és la nostra obligació.
L’Estatut d’Autonomia de Catalunya porta en vigor 1.346 dies. Amb total normalitat. Ha permès eixamplar l’autogovern de Catalunya i, en contra del que deien els que l’han impugnat, no ha trencat Espanya.
L’estem desplegant amb intensitat, servint els interessos dels catalans i catalanes, i desenvolupant el pacte polític entre les institucions catalanes i espanyoles, que els ciutadans van refrendar.
Per això el procés de discussió de la sentència no és normal, i és vist amb recel. I és comprensible el sentiment de fatiga que aquest llarg procés, i la seva incertesa, provoquen en l’opinió pública catalana.
Amb tot el respecte institucional, potser ha arribat el moment de dir que ni Catalunya ni Espanya han de suportar una nova fase de desgast i descrèdit d’una de les institucions més rellevants del nostre sistema polític.
El TC hauria de reflexionar sobre si, amb la seva composició actual, està en condicions de treballar amb la normalitat i la serenor que la seva alta funció reclama.
Cal recordar la situació anòmala del TC pel que fa a la seva composició i el bloqueig de la seva renovació quan quatre dels seus membres ja fa molt de temps que han culminat el seu mandat.
El TC hauria de reconèixer també el fet que si després de més de 3 anys i mig ha estat incapaç de dictaminar sobre la seva inconstitucionalitat, potser ha arribat el moment de dir ja
que l’Estatut és senzillament, constitucional, com així creiem els que el varem aprovar, institucions i ciutadans.
El TC hauria de veure també si, per respecte a la seva responsabilitat en l’equilibri
institucional de l’Estat de Dret, ha arribat el moment d’obrir una nova etapa. La renovació del Tribunal Constitucional és avui inexcusable.
En aquest sentit m’adreçaré al president del Govern espanyol i al líder del PP per exigir-los que impulsin la renovació immediata del TC per tal de permetre que desenvolupi amb normalitat les seves funcions.
Bona nit.

dimarts, 9 de març del 2010

¿Dónde está Rajoy?

Desde la celebración el pasado día 17 de febrero del debate sobre la situación económica española y las medidas que el Gobierno pretende llevar a cabo para salir de la crisis, Mariano Rajoy está desaparecido.

El presidente del Gobierno volvió a ganarle en sede parlamentaria. Se impuso en el debate de las ideas, en el de las propuestas y en el del liderazgo. La inmensa mayoría de los españoles está pidiendo que los partidos dejen a un lado tacticismos cortoplacistas para conseguir réditos electorales, y se centren en conseguir un pacto de Estado que nos permita salir de la crisis en la que estamos inmersos.

Sorprendentemente, Rajoy hizo oídos sordos a ese clamor ciudadano y prefirió enfocar el debate sobre la idea, desafortunada, de que lo prioritario no es sacar a España de la crisis, sino sacar al PSOE del Gobierno y convocar elecciones cuanto antes. Y, claro, no contempló la posibilidad de que Zapatero compareciera con una oferta real de pacto y de mano tendida a todos los partidos de la oposición. Confrontación política de alto voltaje sin contenido programático ni afán constructivo, frente a una oferta sincera de consenso y de unidad política. Bronca, frente a conciliación y acuerdo. Rajoy quedó en evidencia, completamente desdibujado, sin propuestas concretas y sin capacidad para comprometerse.

Y lo mejor, la oferta fue concreta y con contenido. Una oferta de pacto de Estado basada en cuatro grandes ejes estratégicos: mejorar nuestra competitividad y fomentar la creación de empleo; un pacto industrial para impulsar la innovación del modelo productivo; asegurar la reducción del déficit, y la remodelación del sistema financiero en lo relativoa la estabilidad, la morosidad y el acceso al crédito. Y con plazo concreto: dos meses para cerrarlo. No hay tiempo que perder.

En definitiva, el presidente situó a Rajoy en la encrucijada. Éste es el momento de la verdad. El momento de actuar de forma responsable y patriótica. El momento de actuar con altura de miras, con lealtad y con sentido de Estado. Rajoy no tenía escapatoria. Pero tampoco respuesta. No la dio durante el debate. Y, nadie le ha visto ha visto desde entonces... ¿Se esconde aturdido por una nueva derrota parlamentaria? ¿Es incapaz de reaccionar ante una propuesta de pacto tan explícita? O ¿Quizás es que el debate sirvió también para evidenciar que el PP no tiene una alternativa económica?

Tan sólo una semana después del debate, el Gobierno elaboró un documento con una propuesta de acuerdo. Medidas concretas, como rebajas fiscales para la rehabilitación de viviendas, para recuperar más de 350.000 empleos; la puesta a disposición para pymes de créditos de hasta 200.000 euros a través del ICO; un verdadero esfuerzo de austeridad pública; la garantía de pago a proveedores en un plazo inferior a 60 días o 30 si es una Administración pública y la apuesta firme por un nuevo modelo energético con unamayor presencia de la energía eólica y solar.

En definitiva, medidas para garantizar la solvencia de España y recuperar la buena salud de nuestra deuda pública, fundamentales para conseguir la credibilidad de nuestras cuentas públicas, la valoración de nuestra economía y de nuestras empresas en el exterior y en los mercados internacionales.

Zapatero ha cogido el timón de la situación. A pesar de las críticas recibidas, el Gobierno ha venido actuando frente a la crisis con un plan de acción coherente desde el principio. Así, inicialmente, y frente a las primeras consecuencias de la crisis, apoyó al sector financiero y se tomaron acciones destinadas a frenar lo más duro del golpe para contener la recesión, mantener el empleo y la cohesión social. Ahora debe concentrarse en impulsar la recuperación. Y lo va a hacer. Con o sin el PP.

En este contexto hay algunos datos que invitan a la esperanza. Como afirmaba el economista Antón Costas hace unos días en un artículo, "hay algunas señales que anticipan una pronta salida de España de la UVI. El consumo eléctrico despierta. La demanda de las familias sale de la anorexia. La producción industrial se mueve al alza. La inversión en equipo se desentumece. Las exportaciones avanzan. Las reservas hoteleras aumentan. La deuda de las familias desciende. Las tarjetas de débito comienzan a moverse. Son muchas señales de que estamos ante un efecto brinco".

Hay plan, hay voluntad de pacto y el PP y su líder, hoy desaparecido, deben decidir si siguen generando crispación o están preparados para pactar. Estamos a la espera.

Article publicat a la revista El Siglo el 08/03/2010

diumenge, 31 de gener del 2010

Ascó: lliçons apreses

Fa pocs dies escoltava amb perplexitat com una senyora, propietària d’una casa rural a Ascó exclamava afligida i consternada que si finalment s’instal•lava un magatzem de residus nuclears al poble, repercutiria negativament sobre l’activitat turística; les reserves es reduirien dràsticament fins al punt que ningú voldria anar-hi; no podrien amortitzar les inversions efectuades i potser, fins i tot, haurien de tancar.

La paradoxa d’aquesta afirmació, és que actualment l’establiment gaudeix de plena ocupació, malgrat estar ubicat en un terme municipal en el qual hi ha instal•lats dos reactors nuclears! Què era el que volia dir-nos aquella empresària hotelera? Molt probablement, que les mobilitzacions, manifestacions, la crispació i algunes de les afirmacions efectuades aquestes darreres setmanes sobre la ubicació d’un MTC que emmagatzemi els residus nuclears, han acabat per estigmatitzar un territori i una població. Un territori que ja tenia interioritzada i assumida l’energia nuclear. No és l’MTC en si mateix el que “espantaria” els potencials turistes, sinó assenyalar Ascó i la Ribera d’Ebre com un territori irradiat.

Poso aquesta anècdota com exemple que, segurament, algunes accions i comportaments poden acabar girant-se contra nosaltres mateixos. Crec sincerament que el Govern central ha estat encertat quan ha decidit iniciar el procediment per la construcció d’un magatzem centralitzat de residus nuclears. Mai cap govern anterior s’havia atrevit a fer-ho. Estem, per tant, davant d’un govern valent i responsable. Responsable perquè des que l’any 1.968 es va decidir construir la primera central nuclear a Espanya, la José Cabrera a Almonacid de Zorita (Guadalajara), teníem pendent solucionar definitivament el tema dels residus. No n’hi ha prou amb emmagatzemar-los a l’exterior de cadascuna de les centrals: és antieconòmic, es diversifiquen els costos i se’n ressent la seguretat. Tampoc no sembla raonable, ni responsable, enviar-los a França com vàrem fer amb els de Vandellòs I que, per cert, han de tornar d’aquí exactament 11 mesos.

Iniciar el procés per a la construcció d’un MTC no significa apostar per l’energia nuclear, com alguns han volgut fer-nos creure. I molt menys quan tenim el president del Govern més antinuclear de la història d’Espanya, que ha fixat en 40 anys la vida útil de les centrals nuclears en el nostre país, tal i com recull l’avantprojecte de llei d’economia sostenible. Un MTC és la resposta responsable d’un govern als nostres propis residus nuclears. Una resposta que solucionarà el problema per sempre, perquè és la millor de les solucions possibles i perquè ofereix la màxima seguretat física i tecnològica. I això ha de ser objecte de reconeixement.

Estic convençut que l’alcalde i els regidors d’Ascó que varen votar a favor de presentar-se com a candidats per ser emplaçament d’aquest magatzem creuen veritablement que aquest equipament, juntament amb el Centre Tecnològic associat, el talent i capital humà que atraurà, el parc empresarial i les inversions directes i indirectes que el municipi i la zona rebran, són bons pels seus ciutadans, per la seva dinamització econòmica i alhora és una bona opció de futur. Valoro i respecto la seva decisió.

Però és veritat que l’inici d’aquest procés ha generat alguna oposició. Dic alguna perquè darrerament només s’han sentit els partidaris del ‘NO’. I tot i que a la vida qualsevol veu, raonament, organització, plataforma o associació s’ha d’escoltar -més que res, perquè podria ser que tinguessin raó-, al final tot s’ha de posar en els seus justos termes. I els governs han de prendre decisions.

Les veus del ‘NO’s’han fet sentir. Però no han aportat solucions. La decisió del govern és necessària i responsable. Però no ha aconseguit el consens necessari. És per tant evident que cal un MTC, però que aquest no es pot construir sense consens. I aquesta és segurament la darrera lliçó que hem d’extreure de l’episodi d’Ascó: fa falta més pedagogia i, sobretot, més consens. Territorial i social. Perquè el polític, majoritàriament, ja hi és. Un consens sense el qual el President Zapatero ja ha dit que no es prendrà cap decisió. A hores d’ara hi ha 11 municipis candidats a tota Espanya. El procés s’ha iniciat. I acabarà bé. Posem-nos a treballar.

Article publicat al Diari de Tarragona (31/01/10)

dijous, 28 de gener del 2010

¡Aquí no cabemos todos!

El domingo de la semana pasada CiU protagonizó la tercera entronización consecutiva de Artur Mas como candidato a la Presidencia de la Generalitat para las elecciones al Parlament del próximo otoño. Las dos anteriores no le fueron nada bien. Sin embargo, la federación nacionalista ha decidido apostar nuevamente, y por última vez, por el mismo cabeza de cartel.

CiU ha querido con esta anticipación dar un mensaje a la ciudadanía: la legislatura está agotada y, con la llegada del año nuevo, entramos en campaña electoral. Pero lo cierto es que las elecciones aún no están convocadas, y por los menos quedan aún diez meses para su celebración. Esta actitud comportará que CiU no participe en la tramitación legislativa de ninguna ley de país, ni facilite ningún tipo de acuerdo vital para Catalunya, como la ley electoral o la ley de organización territorial. Tampoco es indispensable. CiU está en la oposición y el Govern de la Generalitat tiene mayoría parlamentaria suficiente para sacar sus iniciativas adelante. Y más aún: cuando ellos dan por acabada la legislatura, el Govern sigue trabajando. Y bien. Cerrando acuerdos con el Gobierno de España como el de financiación o la transferencia del servicio de cercanías a la Generalitat, o poniendo en servicio infraestructuras estratégicas para la dinamización económica de Catalunya y su cohesión social y territorial.

Fíjense en la paradoja: el mismo fin de semana en que CiU flirteaba con el independentismo, participando activamente en las consultas populares por la independencia, Montilla ponía en servicio la L-9 del Metro de Barcelona. Y el mismo día en que el president Montilla inauguraba el aeropuerto de Lleida-Alguaire, el primero de titularidad de la Generalitat, CiU prefirió dedicarlo a la elección de Mas como candidato electoral. Creo sinceramente que alguien que aspira a ser president de la Generalitat debería estar en este tipo de acontecimientos. Pero en fin, una vez más, se antepone el partido al país...

La legislatura catalana no está agotada, ni mucho menos. Y el Govern ha dado claros signos de que seguirá trabajando hasta el final, como lo ha hecho hasta ahora: sin descanso y sacando adelante iniciativas que ayuden a la reactivación económica de Catalunya y contribuyan a un mejor bienestar social de todos sus ciudadanos. Sin pensar –porque no toca– en el electoralismo cortoplacista que ha empezado a desplegar CiU y que, previsiblemente, les condenará a llegar a la campaña electoral con el paso cambiado y las fuerzas mermadas. Ellos sabrán.

Pero lo peor de esa ceremonia de designación fue lo que destiló el ya candidato a la Generalitat durante su intervención: una ambición desmedida de poder, el hecho de considerar Catalunya como patrimonio propio (en eso no han cambiado durante los seis años de oposición); hacer ver que las dos legislaturas de gobierno de izquierdas han sido un accidente histórico, y, lo más grave, hablar sin reparos de lo que él llama la "necesidad de reconstrucción nacional de Catalunya". ¡Catalunya arrasada por el tripartito! Huelga decir que las verdaderas reconstrucciones, las necesarias, se hacen para superar letargos y devastaciones ocasionadas por períodos de dictadura, de limitación de la democracia y de supresión de libertades. Nunca pueden ejercerse ni predicarse sobre etapas de progreso social, de avances en el autogobierno, de aprobación de grandes leyes ciudadanas e importantes acuerdos de país.

Pero más allá de la barbaridad del fondo del discurso en sí mismo, la verdadera duda consiste en saber con quién se supone que pretenden llevar a cabo esta llamada "reconstrucción nacional". Muchas opciones no tienen... Ahí va una pista: Duran ha dicho que una sentencia restrictiva del Estatut dificultaría acuerdos con el PP. Dicho de otro modo, las maniobras de aproximación al PP ya hace tiempo que han empezado. Siempre que ha sido aritméticamente posible, siempre que han podido, CiU y PP han pactado. En España y en Catalunya. Y no tengo la menor duda de que, si la aritmética parlamentaria se lo permite, lo volverán a hacer. Pactarán con el mismo PP que les llevó a la oposición. Con el PP del recurso al Estatuto. Con el PP en contra del sistema de financiación. Con el PP xenófobo de Sánchez Camacho y el "en España y en Catalunya no cabemos todos". Otra pista para encontrar el aliado indispensable para la "reconstrucción nacional": estos últimos días el mismo dirigente de CiU ha defendido a capa y espada que no se empadrone a los inmigrantes sin papeles y, al día siguiente, foto de familia de dirigentes y cargos públicos de CiU arropando al alcalde de Vic. ¿Pura casualidad? Ah, por cierto, ¡cabían todos en la foto!

Article publicat a la revista El Silgo 25/01/2010