Señor ministro, hace unos días hizo unas declaraciones que nos dejaron atónitos a muchos. No porque no estemos acostumbrados a sus excesos verbales, sino por la gravedad de las mismas, y me gustaría que hoy tuviera la oportunidad de decirnos en sede parlamentaria, si fueron un desliz o fruto de una intensa reflexión política. ¿De verdad considera Sr. Ministro que hay evidencias que relacionan el crecimiento del independentismo en Cataluña con su sistema educativo?
Mire, cuando oí sus declaraciones me acordé enseguida de la escuela nacional católica tan bien reflejada en el Florido Pensil. Lo Recuerda, Sr. Ministro? Recuerda aquello de la formación del Espíritu Nacional? Aquel sistema educativo de la posguerra española, basado en el dogmatismo, la imposición de la autoridad mediante la disciplina y la adquisición de conocimientos por memorización, sin permitir la más mínima posibilidad de cuestionamiento ni crítica.
Es ese su modelo, Sr. Ministro? Díganos-lo! Porque Ud. debería saber que en Catalunya, Sr. Ministro, en Catalunya NO se adoctrina, en Catalunya, se forma. Se forma y se educa! Y creo, sinceramente que sus palabras merecen una rectificación por respeto a la dignidad y al esfuerzo de miles de maestros y pedagogos que durante años han contribuido a construir una escuela pública de calidad. Una escuela pública que ahora se ve amenazada, con sus recortes y con sus declaraciones.
Pero es que además nos ha anunciado también que tiene la intención de subvencionar a los colegios privados para que separen a los alumnos por razón de lengua. ¿Como se le ocurre plantear semejante barbaridad? ¿de verdad quiera hacer eso? Usted divide entre catalanes y españoles, entre independentistas y no independentistas. Entre buenos y malos. Yo le pido que modernice un poco su discurso y que actúe con sentido de la responsabilidad, si no quiere pasar a la historia como Wert “el Segregador”. El Modelo educativo en Catalunya es un modelo de convivencia y de cohesión social que Ud. debería tener muy presente. Y sus declaraciones rompen peligrosamente esa convivencia.
Senyor Ministro, con sus recortes, va a dejar a toda una generación sin futuro y les va a condenar a la ignorancia. No les condene también a la confrontación, por favor!
Si la insigne pedagoga y política Marta Mata levantara la cabeza, si Marta Mata levantara la cabeza, solo con oírle, se echaría a llorar.